Sobre el síndrome metabólico: cuando tu cuerpo avisa, por Andrea Arnáiz dietista-nutricionista Burgos

¿Quién no se ha tentado con un delicioso sándwich, hamburguesa y patatas fritas, un buen trozo de jamón, churros o incluso unas jarras de sangría? No te culpo. Y con el invierno a la vuelta de la esquina y la llegada del frío, también se antoja más ese tipo de comida emocional. Sin embargo, cuando estas pequeñas tentaciones pasan a formar parte de tu alimentación diaria y si a eso le sumas una vida sedentaria, las posibilidades de contraer enfermedades aumentan. Tal es el caso del Síndrome Metabólico o Síndrome de Resistencia a la Insulina, que si bien no es una enfermedad como tal, es un indicador o una señal de aviso de que algo no está bien en tú cuerpo y que producto de tus malos hábitos, existe un riesgo mayor de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares o renales, entre otros problemas de salud.

Causas y Factores de Riesgo

¿Sabías que más de la mitad de la población española sufre sobrepeso u obesidad? (según datos del Estudio Nutricional de la Población Española, publicado en la Revista Española de Cardiología).

Es difícil saber si padeces este síndrome, sin embargo, cuando la circunferencia de la cintura supera los 102 centímetros en los hombres y los 88 centímetros en la mujer, ya se puede sospechar de su presencia.

Las personas más propensas a padecer el Síndrome Metabólico, son aquellas que presentan al menos tres de los siguientes factores de riesgo:

-Resistencia a la insulina o intolerancia a la glucosa

-Presión arterial elevada

Niveles de colesterol HDL bajos (colesterol bueno)

-Exceso de grasa abdominal

-Triglicéridos altos

Cambia tus hábitos y mejora tu vida

La prevención del Síndrome Metabólico es relativamente fácil. La clave está en mejorar tu alimentación, dejar el sedentarismo y comenzar a moverte. No se trata de convertirte en deportista profesional o ser esclavo de la dieta, pero si de comprometerte con un estilo de vida mas saludable.

A continuación te recomiendo algunos cambios que puedes realizar en tu rutina diaria y que son fundamentales para la prevención de este síndrome:

1.- Opta por una dieta equilibrada. Una dieta equilibrada puede ayudarte, entre otras cosas, a mantener a raya los niveles de colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre. Debes agregar más frutas, verduras y fibras en tu dieta y reducir la ingesta de grasas saturadas. No se trata de dejar de comer todo lo que te gusta, sino de introducir alimentos más adecuados como arroz o pan integral, frutos secos o aceite de oliva. (Revisa aquí una de mis entradas anteriores con algunos de mis consejos para mejorar tu alimentación).

2.- Realiza ejercicio a diario. No es necesario ir al gimnasio para ser físicamente activo. Camina 30 minutos diarios, sube por las escaleras en vez de usar el ascensor o realiza cualquier tipo de ejercicio moderado y a tu ritmo.

3.- Elimina esos kilos de más. Perder peso va de la mano con la alimentación saludable y el ejercicio. Te ayudará a mejorar tu presión sanguínea, la resistencia a la insulina y reducir los riesgos de diabetes

4.- Deja de fumar. Si fumas, debes dejar de hacerlo, ya que el cigarrillo solo ayuda a empeorar las consecuencias que el Síndrome Metabólico genera en tu salud.

Ya lo sabes, la prevención del Síndrome Metabólico esta en tus manos, y si tienes alguna duda, siempre es recomendable consultar con tu médico, quien podrá diagnosticarte con solo medir el perímetro de tú cintura, la presión arterial y simples exámenes de laboratorio.

¡Cambia tus hábitos y mejora tu vida!

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