A lo largo de este artículo, a pesar de su complejidad, trataré de explicarte por qué la nutrición es una ciencia inexacta. Y es que sí, no todo en ciencia son experimentos en. los que las cuentas cuadran al 100%. Éste es el caso de la nutrición, pues las personas nos desarrollamos en contextos muy diferentes, presentamos cambios a lo largo de la vida, de forma constante y, además todavía nos queda mucho por conocer sobre nosotras mismas.
¿CÓMO FUNCIONA LA CIENCIA? EL MÉTODO CIENTÍFICO
El método científico “es una metodología para obtener nuevos conocimientos, que ha caracterizado históricamente a la ciencia y que consiste en la observaión sistemática, medición, experimentación y la formulación, análisis y modificación de hipótesis”.
Se trata de la mejor herramienta con la que contamos en la actualidad para comprender el funcionamiento real del mundo que nos rodea, reduciendo los sesgos y errores humanos al máximo. Éste método nos ayuda a producir conocimiento científico y a revisarlo constantemente, con el fin de corregir errores. Nos ha permitido desarrollar materiales de construcción, medicinas, ordenadores, vehículos, terapias… y por tanto resulta fundamental para la medicina, la nutrición, enfermería y todas aquellas ramas relacionadas con la salud humana. Sin el método científico jamás habríamos podido ni soñar con vivir tantos años, y mucho menos en buenas condiciones.
Hay que tener en cuenta que, el método científico, aunque sea la mejor herramienta con la que contamos, no es un sistema perfecto. Sólo el que más se le acerca. Ésta es la primera razón que explica el por qué la nutrición es una ciencia inexacta.
En la siguiente imagen te dejamos un esquema muy genérico y básico de cómo funciona éste método, a modo de resumen, con un ejemplo inventado que busca saber si existe relación entre el consumo de hidratos de carbono y la obesidad.
Muchas veces, nos topamos con títulos sensacionalistas en prensa, en los que se dicen todo tipo de barbaridades haciendo alusión a algún estudio. Más allá de la ética y de la capacidad de comprensión que presente el periodista en cuestión (factores que influyen bastante, pues nos encanta el “clickbait” y también que nos den la razón, sea cierto o no), tenemos que tener en cuenta que un estudio en concreto puede no significar nada. No todos los estudios son iguales ni presentan el mismo grado de solidez.
La ciencia no está exenta de obstáculos a la hora de realizar investigaciones. La falta de tiempo, de recursos económicos o la dificultad para estudiar fenómenos afectados por factores múltiples y muy diversos, como es el caso de la nutrición, son piedras en el camino a la hora de investigar.
La nutrición es un campo afectado por múltiples factores difíciles de aislar y controlar, que además producen sinergias entre sí, por lo que resulta complicado aislar distintos fenómenos. Por ejemplo, podríamos estudiar una población de personas que consume muchos carbohidratos en España (se trata de un ejemplo), con otra que apenas los consume y, podíamos llegar a la errónea conclusión de que los carbohidratos producen un aumento de peso, pero, si miramos más de cerca, puede que esas personas estén consumiendo muchos carbohidratos provenientes de pastas, bollería, cereales azucarados,… y no precisamente de fruta y verdura. En nutrición hay que mirar las cosas con lupa.
Aquí debajo, incluyo una imagen en la que puedes ver una clasificación de los tipos de estudios que hay, en función de su grado de evidencia. Siendo así los metanálisis, los estudios más sólidos.
Además de esto, hay que tener en cuenta, como dice Lucía Martínez en su libo “Vegetarianos con más ciencia”, que existen estudios de buena y de mala calidad, bien y mal diseñados, con muestras grandes y pequeñas, con resultados favorables y desfavorables, con o sin, conflictos de interés.
En su libro Lucía también explica a la perfección la conclusión a la que pretendo que llegues con este artículo, y es que “resulta complicado hacer estudios sólidos en nutrición. Los estudios de intervención en humanos tienen que pasar por comités de ética y no causar daños… Además para poder extraer conclusiones, existe la necesidad de que sean a muy largo plazo” Probablemente comer patatas fritas todos los días durante una semana apenas afecte a tu salud, es después de unos años cuando podemos observar el daño producido, en forma de obesidad, o de hipertensión, por ejemplo. El problema es que los estudios largos son muy caros y necesitan de una muestra muy grande, si no queremos perder sujetos por el camino, dicho de otra manera, las personas tienen su vida y lo mismo seguir las pautas que les marcas durante años, no va con ellos. Los estudios de intervención, por tanto, con mayor evidencia, resultan bastante complicados de llevar a cabo en este campo.
¿Entonces qué hacemos? Pues a menudo nos basamos en estudios epidemiológicos con muestras muy grandes y corrigiendo todos los factores de confusión posibles (edad, sexo, nivel económico, nivel de estudios, genética, …). Puede parecer poco, pero cuando se acumulan los estudios, éstos son analizados a modo de metanálisis y, cuando tanta evidencia, de la mayor calidad posible, “cuadra” poco queda que decir.
Es importante, tras esta reflexión, que nos demos cuenta: aunque la nutrición es una ciencia inexacta, sí se basa en el conocimiento científico y cuenta con evidencias.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA NUTRICIÓN DE LOS INDIVIDUOS
Antes hemos comentado que la alimentación de un individuo está afectada por múltiples factores, pero, es que además de eso, ocurre que cada individuo es distinto y en el ser humano nos encontramos con un amplio abanico. Puede haber una persona que genéticamente tenga más papeletas para desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria o, por ejemplo que presente una microbiota oral que le proteja contra el desarrollo de caries. Por esto, cuando vienes a consulta no podemos saber cuánto peso vas a perder. Depende es probablemente la respuesta que te de cualquier buen profesional, ante dicha pregunta.
Algunos factores que influyen en nuestra elección de alimentos son.
- Factores psicológicos: estrés, ansiedad, asociaciones…
- Factores sociales: cultura gastronómica, religión, entorno social…
- Factores económicos: coste y accesibilidad a alimentos, capacidad económica…
- Nivel educativo
- Tiempo libre
- Habilidades culinarias
- Rasgos genéticos
- Patologías
- Fármacos
- Educación diferencial de género
- Sedentarismo
- Falta de tiempo
- …
QUIEN TE DIGA QUE VAS A PERDER X CANTIDAD DE KILOS AL MÉS, TE ESTÁ MINTIENDO
A estas alturas ya podemos concluir que la nutrición es una ciencia inexacta y por tanto resulta imposible que un profesional pueda saber cuántos kilos vas a perder en cierto espacio de tiempo. Hay tantos factores que influyen, que, aunque si llevas tiempo con ese profesional puedes tener una idea más aproximada, ésta pedida de peso nunca es fija o lineal. Por ejemplo, puede surgir que en verano tengas más eventos sociales, que te lesiones y tengas que dejar el deporte o que te hayan cambiado de puesto en el trabajo y que esa ansiedad esté afectando a tu alimentación. Por eso es importante conocer cada caso de forma habitual, hacer las correcciones necesarias e ir adaptándose a las distintas circunstancias que van apareciendo. Que el paciente se empodere, aprenda, y sepa actuar cuando las cosas cambian.
Este artículo ha sido elaborado por Sabela Chan, actualmente Dietista-Nutricionista en Centro de Nutrición Umami
Sabela Chan Marcos. Número de Colegiada CYL00328. Puedes leer más artículos de CLÍNICA de Nutrición Umami en el siguiente enlace: https://www.umaminutricion.com/blog/