YA VALE CON EL ÍNDICE DE MASA CORPORAL, por Andrea Arnáiz dietista-nutricionista Burgos

Si vives en el planeta tierra, seguro que has oído hablar mil veces del índice de masa corporal. Muy probablemente te lo hayas calculado tu mism@, a partir de tus datos de estatura y peso. O igual es que un día fuiste a la farmacia y de paso te subiste a la báscula, que te da este parámetro calculado en tu ticket con tus resultados. Quizás te habló de ello un dietista-nutricionista que visistaste en una ocasión, o incluso se lo has oído a tu médico.

Es evidente: nos han grabado a fuego en la cabeza que el índice de masa corporal es muy importante

¿Qué es el índice de masa corporal?

Es un simple número que se obtiene tras dividir el peso (en kg) de una persona, entre su estatura (en metros), elevada al cuadrado. En teoría, el resultado clasifica nuestro estado nutricional en base a una tabla de valores, que aunque tiene más apartados y subclasificaciones, sería la siguiente:

 IMC (kg/m2)  Clasificación
< 18,5 Bajo peso
18,5-24,9 Normopeso
25-29,9 Sobrepeso
30-34,9 Obesidad grado I
35-40 Obesidad grado II

¿Por qué no sirve el IMC?

Los dietistas-nutricionistas lo explicamos en consulta a diario: entre otras cosas, porque no valora la composición corporal de la persona. Quedarnos solamente con el peso y la estatura de una persona para valorar su estado de salud es como medir la inteligencia de una persona en base a sus estudios: a veces sirve, pero muchas otras no.

Imaginemos cuatro supuestos:

· Carlos, 1,75 m, 82 kilos, IMC = 26,8 kg/m2. Hace ejercicio 3 horas a la semana, y tiene unos hábitos de alimentación muy mejorables. Porcentaje de grasa, medido con bioimpedancia = 24,2%

· Rodrigo, 1,75 m, 82 kilos, IMC = 26,8 kg/m2. Hace crossfit 3 días por semana, rutina de ejercicio de fuerza 2 días por semana, y otro más sale a correr. En su trabajo se mantiene activo físicamente y cuida su alimentaicón. Porcentaje de grasa, medido con bioimpedancia = 9,7 %. Porcentaje de grasa, medido con antropometría = 8,9 %. No coinciden, pero se parecen

· Roberto, 1,75 m, 82 kilos, IMC = 26,8 kg/m2. Ha tenido un problema renal, glomerulonefritis mesangial IgA, el cual le ha generado edemas serios que ha solucionado con diuréticos. Se ha calculado el peso total del edema en torno a 5,5 litros. Porcentaje de grasa, medido con bioimpedancia = 18,1 %.

· Darío, 1,75 m, 75 kilos, IMC = 24,5 kg/m2. Hace un año tuvo un accidente que ha impedido que vuelva a hacer deporte. Su trabajo es sedentario y aunque puede mejorar algunos aspectos de su alimentación, en general hace las cosas bien. Porcentaje de grasa, medido con bioimpedancia = 25,1 %.

Vamos a analizarlo más en profundidad, para saber por qué el IMC no sirve en 3 de estos casos.

En el caso de Carlos, relativamente poco activo y con malos hábitos, tiene exceso de peso, que viene acompañado de un exceso de grasa corporal. Según su porcentaje de grasa y según su IMC, lo clasificamos como una persona con exceso de peso, y exceso de grasa corporal.

A Rodrigo le ocurre algo diferente. Tiene un desarrollo muscular muy bueno debido a todo el deporte que practica, a lo que sumando que come muy bien, el resultado es un porcentaje de grasa bajito. Pesa lo mismo que Carlos, pero con la diferencia de que su grasa pesa poco y su masa muscular pesa mucho.

Roberto sin embargo es otro caso diferente. Tiene volumen de líquido retenido por su enfermedad. Ese líquido también pesa, por lo que su IMC realmente es mayor que antes de la enfermedad. El porcentaje de grasa siempre se ha mantenido igual, en valor normal.

Darío es un caso muy habitual en consulta. Él no está muy preocupado porque ha calculado su IMC y está bien, por debajo de 25 kg/m2. Sin embargo, su composición corporal no es adecuada: su porcentaje de grasa está alto. Para que el peso sea, en teoría, adecuado para su altura, con un porcentaje de grasa alto, quiere decir que un tejido está pesando menos de lo normal. Es la masa muscular, que a consecuencia del sedentarismo del último año, se ha visto muy reducida. Así que, iba tranquilo a la consulta, pero ha salido de ella sabiendo que no está bien.

El índice de masa corporal, por lo general, no define nuestro estado de salud. Es un parámetro que en alguna ocasión puede servir, pero nunca hay que tenerlo en cuenta sin prestar atención a otros valores como el ya visto porcentaje de grasa o el contorno de cintura (no es lo mismo que la grasa se acumule a nivel de las caderas que a nivel abdominal). Para hablar de salud, también tenemos que valorar si el colesterol bueno está alto (independientemente del total) y si el ratio triglicéridos/colesterol hdl está en torno a uno o incluso menos. Tabaquismo y hábitos tóxicos, vida sedentaria, antecedentes familiares, edad, valores de tensión arterial… y una larga lista de aspectos que debemos tener en cuenta, mucho más allá del peso en función de la estatura.

Así que, como decía en el título, ya vale con el IMC, y vamos a centrarnos en hacer las cosas bien, comer sano y hacer ejercicio regular. Si tu IMC aún así no es correcto, busca un dietista-nutricionista que pueda analizar tu porcentaje de grasa, que es lo realmente importante. Y si te ves con mucha grasa pero tu IMC es correcto, busca también un profesional que te ayude a mejorar

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